Tipos de injerto de encía

Tipos de injerto de encía

Injertos de encía por motivos estéticos

Un injerto dental es un procedimiento donde se busca sustituir el tejido dental perdido o dañado, mediante la transplantación de tejido dental saludable. Este se extrae de una parte del cuerpo, con el fin de rellenar el espacio vacío y restaurar la función y la apariencia de la pieza dental afectada.

Existen diferentes tipos de injertos dentales, desde injertos óseos, injertos de tejido blando (injerto de encía) hasta injertos de tejido dental. En este sentido, encontramos varias razones por las cuales una persona puede requerir de un injerto dental, como por ejemplo si sufre de encías retraídas.

A continuación explicamos una de las soluciones para hacer frente a esa recesión gingival, siendo esta los injertos de encías.

¿En qué consisten los injertos de encía?

En otras palabras, el injerto de encía es básicamente un tipo de injerto dental. Se trata de extraer tejido de una zona blanda para cubrir lo que la encía no puede, es decir, tapar la raíz dental.

Los injertos de encía también son conocidos como un tipo de cirugía plástica periodontal que ayuda a evitar futuros problemas que pueda causar una retracción gingival. De esta manera se reemplaza el tejido de encía perdido o dañado y se mejora la apariencia de la línea de la encía; cerrando espacios entre los dientes, o corrigiendola posición de los mismos.

El injerto de encía se realiza bajo anestesia local y suele tomar de una a dos horas en completarse. En la primera fase del procedimiento, se prepara la zona donante y recipiente. Luego, se toma un pedazo de tejido de encía de la zona donante y se coloca en la zona receptor. Finalmente, se cierra la herida y se deja que el tejido trasplantado cure y cicatrice.

¿Cuándo es necesario un injerto de encía?

Como ya se ha mencionado, un injerto de encía sirve para dar solución a las encías retraídas, un problema que va desarrollándose con el paso del tiempo. Debido a esto, es común que el paciente no sea consciente de ello hasta que la afección alcance la evidencia. 

Estas son algunas causas que provocan recesiones de encías y, en consecuencia, el paciente requiere de un injerto de encía:

  • Acumulación de bacterias por enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis. De hecho, si la situación no es demasiado grave, es posible que el tratamiento de la gingivitis evite las encías retraídas. No obstante, si el paciente ya sufre de periodontitis, entonces el injerto de encía es la única respuesta.
  • Llevar a cabo un cepillado agresivo favorece la aparición de encías retraídas. Por ello, es importante acudir a nuestro dentista habitual y saber cómo es la forma adecuada de lavarse los dientes.
  • Usar un cepillo que no se adecúe a nuestras necesidades. Es imprescindible elegir el tipo de cepillo de dientes adecuado para evitar daños innecesarios.

Según el Consejo de Dentistas, cuando nos encontramos con encías muy retraídas lo normal es someterse a una cirugía periodontal donde los injertos de encía son la respuesta para cubrir la raíz descubierta.

Tipos de injertos de encía

Al igual que los injertos de encía pertenecen al grupo de injertos dentales, dependiendo de la fase en la que se encuentre la recesión gingival podemos clasificar el injerto de encía dentro de tres grupos diferentes: de tejido conectivo, injertos libres e injertos gingivales pediculados.

Injerto de tejido conectivo

Los injertos de tejido conectivo son los más utilizados en odontología. Consiste en extraer tejido del interior del paladar realizando un pequeño corte en el mismo, de tal manera que se genere la menor molestia posible durante y después del proceso.

Injerto de encía libre

A diferencia de lo que ocurre con el injerto de tejido conectivo, el injerto libre consiste en obtener el tejido blando del paladar para luego colocarse sobre una raíz dental.

Injerto gingival pediculado

Cuando unas encías retraídas entran en una fase de mayor gravedad y ninguno de los injertos de encía mencionados anteriormente sirven, suele realizarse un desplazamiento de la encía. En otras palabras, se extrae el tejido de la misma encía.

¿Qué otros problemas se solucionan con el injerto de encía?

Hay varias razones por las que una persona puede necesitar un injerto de encía, aunque no tenga encías retraídas. Algunas de estas razones incluyen:

  • Reemplazar tejido de encía perdido debido a un traumatismo en la boca.
  • Motivos estéticos, como mejorar la apariencia de la línea de la encía y hacer que los dientes parezcan más largos.
  • Cerrar espacios entre los dientes o corregir la posición de los dientes.
  • Proteger las raíces de los dientes y, en consecuencia, mejorar la salud y la función oral.
Apretar los dientes

Estamos a tu disposición

Los controles regulares en el dentista y las limpiezas profesionales son una herramienta fundamental para prevenir la evolución de las recesiones en las encías. Si por algún casual sufres de encías retraídas o tienes dudas acerca de si deberías someterte a un injerto de encía, no dudes en ponerte en contacto con nosotros o en acudir a nuestra clínica dental. Estaremos encantados de ayudarte.

Pérdida del hueso dental

Pérdida del hueso dental

Pérdida del hueso dental

Dentro de los riesgos que podemos encontrar en el sector de la odontología se encuentra la pérdida del hueso dental o maxilar, es decir, que la presencia de los huesos que componen nuestra cavidad oral se haya visto reducida y sea más pequeña de lo que debería ser.

¿En qué consiste la pérdida del hueso dental?

Para entender la importancia del tema en cuestión, es necesario recalcar lo que son los huesos maxilares. Por un lado, se encuentra lo que todos conocemos y denominamos como mandíbula; mientras que por otra parte está el maxilar superior. Este último es donde se encuentran las piezas dentales superiores, y que además da forma al paladar duro, la nariz y a parte del hueco de los ojos.

Por lo tanto, cuando hablamos de la pérdida del hueso dental estamos haciendo mención a que la densidad del hueso se encuentra por debajo de los niveles estándares. Pero ¿Cuándo se ven afectados estos niveles?

Aunque no seamos completamente conscientes de la importancia que tienen ciertas costumbres o acciones que realizamos en nuestro día a día, la forma en la que masticamos crea un tipo de estímulo que permite a los huesos perdurar con sus dimensiones normales, mientras que la ausencia o escasez de dichas acciones regulares afecta negativamente a la cantidad de la estructura ósea. En otras palabras, se crea un caso de pérdida del hueso dental.

Sin embargo, nos encontramos con que los huesos maxilares se subdividen en cuatro áreas o regiones, por lo que las dimensiones estándares del hueso en cada una de ellas serán diferentes a las demás:

  • Maxilar anterior (zona premolar del maxilar superior): densidad ósea D3
  • Maxilar posterior: (zona molar): densidad ósea D4
  • Mandíbula anterior (zona premolar del hueso inferior): densidad ósea D2
  • Mandíbula posterior (zona molar): D3

Causas de la pérdida del hueso dental

Las causas por las cuales podemos llegar a sufrir una pérdida del hueso dental son varias, aunque pueden agruparse en dos grupos: razones fisiológicas que están ligadas con la edad y el envejecimiento, y causas patológicas donde entran en juego causantes externos como una enfermedad o infección.

En este sentido, si consideras que presentas una de las siguientes causas, entonces te recomendamos que acudas a tu centro odontológico para encontrar una solución.

Periodontitis

Las enfermedades periodontales son una de las mayores causantes de problemas de salud oral que afectan a las encías, las piezas dentales o al hueso, siendo las encías retraídas una de las consecuencias más comunes. Según el Consejo de Dentistas, 8 millones de adultos presentan algún tipo de enfermedad periodontal como la periodontitis o la gingivitis

¿Cómo afecta la periodontitis a nuestros huesos maxilares? Esta enfermedad periodontal acaba afectando al hueso alveolar, la estructura ósea que se encarga de mantener las raíces de las piezas dentales. Se caracteriza por ser más fino. En consecuencia, una puede llevarnos a perder piezas dentales.

Falta o desalineación dental

Sabiendo que las enfermedades periodontales como la periodontitis puede acarrear la pérdida dental, cabe destacar que es imprescindible sustituir el diente perdido o caído, por ejemplo, con un implante; ya que si no correremos el riesgo de que nuestro siga viéndose afectado. No hay que olvidar que la manera de evitar la pérdida del hueso dental es gracias a acciones sencillas como la masticación o el simple hecho de hacer presión con los dientes.

Por otra parte, la densidad del hueso dental también podrá verse afectada si nuestros dientes no se encuentran alineados correctamente, por lo que habrá que buscar una solución externa, como un tratamiento de ortodoncia

Síntomas de la pérdida del hueso dental

A pesar de que hay casos en los que el paciente puede no ser consciente de ello, generalmente los síntomas están relacionados con la movilidad dental, sensación de tener dientes más largos, aumento de sensibilidad dental o incluso que se empiecen a ver las raíces de las piezas dentales.

Solución para la pérdida del hueso dental

Sabiendo en qué consiste la pérdida del hueso dental y qué son los huesos maxilares, la solución es fácil de deducir. Así como sucede en casos de pacientes que presentan encías retraídas donde la solución es realizar un injerto, cuando un paciente pierde parte de la densidad del hueso dental suele realizarse un injerto de hueso.

De esta manera, no solo se reemplaza lo que falta del hueso maxilar, sino que también estimulamos al propio hueso para que este vuelva a crecer y tome el lugar del injerto. Asimismo, es importante mencionar que el injerto de hueso es necesario para poder sujetar un implante dental en el caso de que se cuente o necesite uno.

En este sentido, si el paciente necesita de ambos tratamientos -injerto óseo e implante dental- conviene saber que ambos suelen llevarse a cabo al mismo tiempo en el caso de que la pérdida del hueso dental no haya sido demasiado grave. Si no, ambos procedimientos se realizan por separado.

Implante dental para evitar la pérdida del hueso dental

Estamos a tu disposición

¿Sufres de periodontitis, desalineación dental o carencia dental? Si presentas alguna de estas causas y notas que la densidad de tu hueso dental se está viendo afectada, ponte en contacto con nosotros o visita nuestra clínica dental. Estaremos encantados de atenderte y poder ayudarte.

7 fases del tratamiento de ortodoncia

7 fases del tratamiento de ortodoncia

molde para tratamiento de ortodoncia

Un tratamiento de ortodoncia es el proceso que se establece con el fin de corregir la posición de las piezas dentales de un paciente. Además, también mejora otros ámbitos como la estética y la oclusión dental. 

Pero ¿cuánto puede durar un tratamiento de ortodoncia? ¿Qué tipos de aparatos encontramos? ¿Cuándo hace falta un tratamiento ortodóncico? 

¿En qué consisten los tratamientos de ortodoncia?

Un tratamiento de ortodoncia son aquellos cuyo objetivo se centra en corregir la posición de los dientes y los huesos que conforman nuestra cavidad oral, sin embargo, podemos encontrar diferentes tratamientos ortodóncicos en base a las características que se identifiquen en cada caso.

Por este motivo, no basta con que el paciente sepa o admita que necesita un tratamiento de ortodoncia, sino que para poder comenzar con el proceso es necesario visitar una clínica dental donde un especialista ortodoncista analice el caso y, en consecuencia, indique las pautas a seguir durante el tratamiento. En otras palabras, el tratamiento de ortodoncia se basa en las necesidades de cada individuo.

Además, un tratamiento ortodóncico es sinónimo de que a futuro el paciente goce de una boca sana y estética.

De esta manera, el tratamiento ortodóncico puede incluir hasta siete fases diferentes, enumeradas a continuación:

1. Estudio de ortodoncia: durante esta fase el ortodoncista aprovecha para realizar diferentes pruebas que determinen los problemas orales que puede sufrir el paciente. Para ello, se utilizarán diferentes recursos para obtener los mejores resultados, como por ejemplo fotografías internas y externas de la cavidad oral, radiografías o moldes elaborados con escayola.

2. Alinear y nivelar: una vez identificado y colocado el aparato que mejor se ajuste a las necesidades del paciente en cuestión, comienza la fase de alineamiento y nivelación. Siendo el objetivo solucionar el apiñamiento dental o la mordida cruzada, esta segunda etapa del tratamiento tiene una duración estimada de 6 y 8 meses aproximadamente.

3. Corregir la mordida y la relación de las muelas: siendo la mordida o la posible oclusión dental los problemas a solucionar durante esta fase del tratamiento de ortodoncia, el ortodoncista debe hacer uso de herramientas externas que permitan encajar las piezas dentales inferiores con las superiores. Podemos identificar las gomas como uno de los métodos más empleados para cumplir esa función.

4. Cierre de espacios: durante esta fase se busca acabar con esos espacios interdentales, por lo que se hace uso de varias herramientas que facilitan el trabajo: gomas o elásticos, carillas dentales y resortes.

5. Acabado y terminación: para poder comenzar con esta quinta fase deben de haberse completado exitosamente las fases anteriores del tratamiento de ortodoncia. De esta manera el especialista en cuestión podrá empezar a realizar correcciones y pequeños ajustes que perfeccionen los resultados del proceso.

6. Retirada de los aparatos habiendo cumplido satisfactoriamente las etapas anteriores del tratamiento ortodóncico.

7. Etapa de retención: por último, y probablemente la fase más importante de todo el tratamiento, el ortodoncista deberá establecer un método que evite a los dientes regresar a la posición que estaban anteriormente. Para ello encontramos retenedores fijos o fundas extraíbles, también conocidas como férulas.

Tipos de tratamiento de ortodoncia

Teniendo en cuenta que el tratamiento ortodóncico se ajusta a las necesidades individuales que presenta cada uno de los pacientes, podemos encontrar diferentes aparatos u ortodoncias según el caso. En este sentido, cabe destacar que se clasifican en dos grupos diferentes: aparatos fijos y aparatos removibles.

En cualquiera de los casos, el objetivo de las diferentes ortodoncias ejercen una pequeña presión sobre los huesos maxilares y piezas dentales para poder corregir diferentes problemas.

Aparatos fijos

Los aparatos dentales fijos son aquellos que más se emplean y que mejores resultados obtiene durante el tratamiento de ortodoncia, como es el caso de los brackets. Además, dentro de esta categoría actualmente encontramos una mayor gama de ortodoncias fijas, aunque los brackets metálicos son los más empleados en el sector.

Aparatos removibles

A diferencia de los aparatos dentales fijos, los removibles se caracterizan por solventar casos más leves de oclusiones dentales, por lo que únicamente se dan casos muy concretos y definidos.

Brackets como tratamiento de ortodoncia

¿Para qué sirve un tratamiento de ortodoncia?

Según el Consejo de Dentistas, la ortodoncia en sí hace referencia a la especialidad odontológica que se encarga de corregir tanto la posición de los dientes como la de los huesos maxilares.

En este sentido, un paciente puede llegar a comenzar un tratamiento de ortodoncia cuando presenta ciertos problemas que compromete la salud bucodental.

A continuación veremos qué casos requieren de una ortodoncia:

Apiñamiento dental

El principal problema a destacar en casos de apiñamiento dental es la falta de espacio que tiene un individuo en su cavidad oral. Las principales causas que provocan este problema oral son dos: piezas dentales más grandes de lo que deberían ser o que el paciente cuente con una mandíbula o un paladar estrecho. 

Dentro de los diferentes tipos de ortodoncia podemos encontrar uno que solucione los casos de paladar estrecho, siendo un expansor de paladar la solución al problema.

Espaciamiento o diastemas

Cuando los dientes del paciente tienen un tamaño más reducido del que deberían se identifica como casos de espaciamiento por ausencia dentaria.

Línea media desplazada

El siguiente problema oral está relacionado con la asimetría facial, ya que en estas situaciones los dientes superiores e inferiores no se encuentran alineados.

Mordida abierta, mordida cruzada y sobremordida

Los casos de maloclusión dental también son casos a los que se debe de responder con un tratamiento de ortodoncia. Pero ¿cómo se diferencian la mordida abierta, la mordida cruzada y la sobremordida?

La mordida abierta se da cuando el paciente es incapaz de cerrar por completo la boca y queda un espacio entre los dientes superiores y los inferiores, imposibilitando el contacto entre ambas arcadas.

Sin embargo, la mordida cruzada ocurre cuando los dientes inferiores se superponen a los superiores. Es decir, los dientes de la mandíbula quedan por delante de las piezas dentales del maxilar superior.

En cuanto a la sobremordida, es exactamente lo contrario a la mordida cruzada, ya que los dientes superiores quedan muy por delante de las piezas dentales inferiores.

Tratamiento de ortodoncia para sobremordida

Estamos a tu disposición

No dudes en ponerte en contacto con nosotros por teléfono o visitar nuestra clínica dental si buscas empezar un tratamiento de ortodoncia. Estaremos encantados de atenderte.

Tengo las encías retraídas ¿qué puedo hacer?

Tengo las encías retraídas ¿qué puedo hacer?

Casos de encías retraídas

La salud dental es un término genérico que recoge en sí diferentes términos y situaciones a las que un dentista puede enfrentarse en su día a día, como por ejemplo las caries que causan la pérdida de los dientes. Pues bien, las encías retraídas o la recesión gingival es un caso más que pone en riesgo la salud y el bienestar de nuestra boca, por lo que es aconsejable conocer un poco más al respecto.

Definición de encías retraídas

Antes de comenzar con la solución es necesario entender en qué consiste un caso de encías retraídas. Ocurre cuando el tejido de las encías se debilitan de tal manera que cada vez se vuelven de menor tamaño. En consecuencia, puede afectar a las piezas dentales, ya que con el paso del tiempo las raíces de los dientes acaban quedando más expuestas de lo que deberían.

¿Qué puede ocurrir si el tamaño de nuestras encías se ve afectado? Al quedar la raíz a la vista los dientes se verán más largos de lo que son, e incluso se podría llegar a sentir el movimiento de los mismos. De hecho, en los casos graves de encías retraídas o recesión gingival puede conllevar a la pérdida de la dentadura, acarreando consigo la necesidad de colocar implantes dentales.

En este sentido, destacar que la retracción de las encías es considerada una enfermedad periodontal, aunque realmente se trata de un problema que deriva de la gingivitis y la periodontitis.

¿Cuáles son sus causas?

Enfermedades periodontales

Tanto la gingivitis como la periodontitis son dos enfermedades periodontales que ponen en riesgo la salud oral y que además pueden derivar en una recesión gingival si no se acude al dentista para tratar la enfermedad.

Entre las dos afecciones la periodontitis es la más peligrosa, ya que implica la pérdida del hueso y afecta a toda la cavidad oral. En estos casos, puede que no pueda realizarse el tratamiento contra la retracción de las encías en todas las piezas dentales.

Cepillado agresivo

Aunque las encías retraídas aparecen por un exceso de sarro, lo cierto es que también puede haber casos de pacientes que apenas tengan placa bacteriana acumulada. Entonces ¿qué es lo que está ocurriendo?

Significa que estas personas, a pesar de mantener la placa y el sarro a raya, llevan a cabo un cepillado muy brusco o están empleando un cepillo demasiado duro para sus encías. Las encías están compuestas por un tejido delicado cuya función es proteger la raíz dental, por lo que es conveniente encontrar un tipo de cepillo que se adecúe a las necesidades de cada uno.

A diferencia de la periodontitis, es poco probable que un cepillado fuerte acabe afectando a todos los dientes.

Traumatismos mecánicos

Pongamos el ejemplo del piercing en la boca, ya sea en el labio o en la lengua. Lo que ocurre con esta clase de elementos es que entran en contacto con las encías continuamente, provocando así las encías retraídas en más de un diente.

Encías retraídas por piercing en la lengua

Tabaco

El tabaco es una de las causas principales que crean problemas de salud en la sociedad, por lo que no es ninguna sorpresa que provoque encías retraídas. Los pacientes fumadores suelen tener una mayor tendencia a desarrollar enfermedades periodontales, ya que las sustancias químicas que absorben no sólo aumenta la probabilidad de caries, también afecta a los huesos maxilar y mandíbula.

Bruxismo

Consiste en una costumbre involuntaria donde el paciente hace rechinar sus dientes generando una gran presión que no solo los desgasta, sino que también desplaza levemente las piezas dentales y, de este modo, las encías se debilitan.

Ortodoncia

Los tratamientos de ortodoncia son otra de las causas por las cuales un paciente puede disponer de encías retraídas. Esto se debe a que la ortodoncia mueve los dientes y los va redirigiendo a sus posiciones correspondientes.

Sin embargo, en este proceso puede ocurrir que el diente haya sido retirado de la estructura ósea del maxilar y, en consecuencia, la raíz queda expuesta por falta de encía.

Síntomas de las encías retraídas

Varios de los síntomas que podemos encontrar en las enfermedades periodontales pueden darse en los pacientes que sufren de una retracción de encías.

Según el consejo de dentistas, los síntomas más comunes son el enrojecimiento de las encías y el sangrado de las mismas. Veamos a continuación el resto de síntomas que pueden aparecer:

  • Hipersensibilidad en las encías frente a las temperaturas
  • Mal aliento
  • Dolor dental
  • Bolsas periodontales
  • Nacimiento de caries en la misma raíz dental
  • Pérdida dental
Hipersensibilidad oral por encías retraídas

¿Qué puedo hacer para solucionarlo?

Tras haber conocido más a fondo todo lo que hay detrás de unas recesión gingival, es importante mencionar que las encías retraídas deben tratarse tanto por salud como por estética. De hecho, existe una solución por cada causa que hemos identificado previamente.

Si la causa es una enfermedad periodontal debido a un incorrecto mantenimiento de la higiene oral, el curetaje dental es la solución, ya que consiste en la eliminación del sarro que se encuentra tanto en los dientes como en las propias encías.

Para otros casos existe la posibilidad de realizar una cirugía estética periodontal, especialmente si se trata de casos muy avanzados. Aquí existen dos opciones:

  • Estiramiento de encía: consiste en estirar una parte de la encía con el fin de cubrir la raíz que ha quedado expuesta.
  • Injerto: esta alternativa se presenta en casos muy severos. Se trata de extraer una pequeña porción del tejido que se encuentra en la cavidad oral para colocarla en la zona de la raíz. Asimismo, esta cirugía conlleva a poner un par de puntos en la zona de la cual se ha hecho la extracción del tejido.

Finalmente, para las encías que han sido afectadas por el bruxismo existe la posibilidad de proveer al paciente con una placa de descarga que detenga el inconsciente choque de los dientes.

Estamos a tu disposición

Podemos encontrar múltiples causas para las encías retraídas, y cada una de ellas tiene una solución diferente. Si sufres de una recesión gingival no dudes en visitar nuestra clínica dental o en contactar con nosotros para posibles dudas. Estaremos encantados de atenderte.

Asimetría facial

Asimetría facial

Asimetría facial

Cuando se habla de asimetría facial, se hace referencia a la falta de armonía notoria que debe de haber entre ambos lados de nuestro rostro. En este sentido, todas las personas tenemos una leve asimetría facial, pero esto no significa que sea necesaria una intervención para solucionar dicha situación.

De esta manera, a continuación explicaremos con mayor detalle a qué nos referimos con asimetría facial en el sector odontológico, los diferentes tipos que pueden darse y cómo darle solución.

¿En qué consiste la asimetría facial?

La asimetría facial es un problema que es más común de lo que realmente pensamos. Todos podemos llegar a padecer de ella, pero eso no significa que se necesite un tratamiento en todos los casos.

En líneas generales, la falta de armonía entre los dos lados de la cara apenas se notan, a no ser que los pacientes empiecen a notar problemas funcionales que acaban derivando en otra serie de afecciones dentales, dependiendo del nivel de gravedad y la zona en la que se encuentre.

En este sentido, la asimetría facial puede darse en varias partes: en la mandíbula, el mentón, en la zona ocular y, en menor medida, en la zona del maxilar superior. Ahora bien, tanto la mandíbula como el mentón son dos zonas donde mayor probabilidad hay de encontrar un problema de asimetría facial. Esto puede deberse a que parte de los músculos faciales se han podido desarrollar más o menos que el resto.

Por otra parte, la maloclusión dental también puede causar casos de asimetría facial en los pacientes, especialmente la denominada maloclusión de clase 3. A grandes rasgos, las maloclusiones dentales pueden solucionarse mediante dos métodos: el uso de ortodoncia y la cirugía ortognática.

En este caso, la maloclusión de clase 3 ocurre cuando nuestra mandíbula crece demasiado en relación al maxilar superior, situando la arcada inferior por delante y, en consecuencia, rompe la armonía de ambos lados del rostro.

Tipos de asimetría facial

De este modo, dentro de la odontología pueden darse diferentes tipo de asimetrías faciales, por lo que a continuación identificamos tres de ellas:

  • La asimetría esquelética: consiste en un desequilibrio que se da tanto en el maxilar superior como en la mandíbula. Esto se debe a que uno de los músculos de los lados se ha podido desarrollar de manera irregular respecto al otro
  • Asimetría generalizada: en este caso puede afectar a cualquier zona de la cara, independientemente del tipo de tejido que sea (sea blando o duro). En este sentido, ciertos huesos y músculos faciales corren el riesgo de que se rompa su armonía.
  • Asimetría dental: al contrario que los dos anteriores, esta tipología afecta exclusivamente a las piezas dentales.

Causas que provocan la asimetría facial

Tras observar que la asimetría facial es un problema que encontramos frecuentemente en los pacientes, veamos qué puede aumentar la probabilidad de sufrir de una falta de armonía notoria en ambos lados del rostro. Se clasifican en cuatro categorías:

  • Genética: al igual que ocurre con otra serie de problemas y afecciones dentales, nuestra herencia genética también es una de las posibles causas si encuentras una falta de armonía en el rostro.
  • Problemas congénitos que surgen durante el periodo de gestación, como el labio leporino o la hendidura de paladar.
  • Los problemas de asimetría facial también pueden deberse a otras causas como traumatismos o malas costumbres que se han desarrollado durante la etapa más joven. Por ejemplo, la succión del dedo pulgar.
  • Crecimiento: debido a alguna anomalía sufrida durante el crecimiento de los huesos maxilares puede derivar en una falta de armonía en el rostro, debido a una maloclusión dental o la falta de piezas dentales que han sido extraídas.

¿Qué soluciones podemos encontrar?

Ortodoncia interceptiva para corregir la asimetría facial

Al igual que ocurre con otra serie de problemas que podemos encontrar en odontología, los tratamientos para corregir la asimetría facial varían dependiendo de cuándo se ha diagnosticado, es decir, durante la infancia o en la etapa adulta.

En este sentido, es importante destacar que cuanto antes se intente dar solución a este problema, el tratamiento será más fácil de llevar a cabo, ya que los huesos maxilares todavía se encuentran en su etapa de crecimiento, pudiendo así corregir su dirección sobre la marcha.

Tal y como ocurre con las maloclusiones dentales, para solucionar una asimetría facial diagnosticada durante la etapa de la niñez pueden emplearse diferentes técnicas ortodóncicas, como es el caso de la ortodoncia interceptiva o una ortodoncia fija, por ejemplo los brackets.

De hecho, según el consejo de dentistas las ortodoncias y los tratamientos ortodóncicos se ajustan a las necesidades de cada paciente, de tal manera que este pueda disfrutar de salud bucal, además de mejorar su estética facial, entre otros aspectos.

Sin embargo, cuando se trata de dar solución a un caso de asimetría facial en adultos la respuesta está en la cirugía ortognática. Esta pertenece al grupo de cirugías maxilofaciales que se encargan de buscar y conseguir una armonía entre todos los elementos que componen nuestro rostro.

Estamos a tu disposición

No dudes en ponerte en contacto con nosotros si consideras que puedes sufrir de algún tipo de asimetría mencionado anteriormente o para posibles dudas acerca de ello. Estaremos encantados de atenderte.

¡Tengo gingivitis!

¡Tengo gingivitis!

gingivitis

¿Qué es la gingivitis?

Hoy en día existen todo tipo de enfermedades y afecciones que condicionan la salud bucodental, conocidas como enfermedades periodontales. En este sentido, la gingivitis consiste en un problema que afecta directamente a nuestras encías, causándoles irritación y haciéndolas ver inflamadas y enrojecidas. Además, el exceso de sarro también puede derivar en mal aliento.

Bien es cierto que, si hablásemos del nivel de gravedad, la gingivitis puede considerarse una enfermedad periodontal leve, pero eso no significa que no haya que tratarlo cuanto antes.

De hecho, es conveniente saber que si sufrimos de gingivitis todavía es posible tratar la afección antes de que se vuelva irreversible y derive en una periodontitis. De ser así, habría riesgo de que se debilitase la estructura periodontal que se encarga de sujetar las piezas dentales.

En tal caso, es imprescindible acudir a un especialista para que se lleve a cabo una periodoncia para tratar dicha enfermedad periodontal.

¿Cuáles son sus causas?

Existen diferentes causas que pueden conllevar a sufrir de gingivitis, pero la razón principal reside en una acumulación excesiva de placa bacteriana que con el tiempo se ha ido endureciendo hasta convertirse en sarro, de tal manera que nuestras encías acabarán por inflamarse y su sensibilidad se verá altamente afectada.

De esta manera, aunque la mejor manera de prevenir el exceso de placa bacteriana sea realizando un cepillado adecuado que mantenga la higiene dental, podemos encontrar una serie de factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de sufrir de gingivitis, siendo estos los siguientes:

  • Higiene oral deficiente
  • Enfermedades del sistema inmunológico
  • Falta de vitaminas a causa de llevar una incompleta alimentación
  • Herencia genética
  • Maloclusiones dentales que afecten a la posición de los dientes y, en consecuencia, a la mordida.
  • Cambios hormonales
  • Tabaco
  • Sufrir de diabetes
  • Consumo de ciertos medicamentos

Además de todos estos factores, si el paciente se encuentra bajo un tratamiento ortodóntico también aumenta el riesgo de contraer una afección periodontal como la gingivitis o la periodontitis.

¿Cuáles son los síntomas de la gingivitis?

Tal y como se ha mencionado previamente, los primeros síntomas para detectar una posible gingivitis son la inflamación y el enrojecimiento de las encías que, en consecuencia, dependiendo del nivel de gravedad en el que se encuentren derivará en un sangrado de encías.

Asimismo, debido al exceso de placa y sarro también es posible sufrir de mal aliento con la aparición de la gingivitis.

Tratamiento de la gingivitis

Actualmente existen diferentes tratamientos que solucionan los casos de gingivitis, dependiendo en todo momento del nivel de gravedad del estado y nivel de gravedad de la infección.

En este sentido, el consejo de dentistas indica que cuando nos encontramos con un caso leve de gingivitis o que está en fase inicial, lo mejor que puede realizarse es acudir a tu dentista o higienista dental para retirar todas las bacterias que se han ido acumulando. Pero, ¿cómo se hace? La respuesta es hacer una profilaxis profesional, cuyo proceso consiste en eliminar el sarro, la placa y las manchas en aproximadamente seis meses.

No obstante, cuando esta enfermedad periodontal alcanza un nivel de gravedad alto, pasa a convertirse en periodontitis. En tal caso, se elimina la placa bacteriana mediante un raspado y alisado radicular, o, en casos de mayor gravedad se podrá llegar a considerar realizar una cirugía periodontal.

Lavarse los dientes

En cuanto al lavado de los dientes, es conveniente recalcar la importancia que tiene a la hora de evitar este tipo de enfermedades periodontales, ya que manteniendo una rutina de higiene que también incluya el hilo dental impedimos que la placa bacteriana se acumule tan rápidamente. Si además eres usuario de ortodoncia, te recomendamos conocer otras alternativas al hilo dental que te permitirán mantener una higiene oral óptima.

Estamos a tu disposición

Si sufres de alguno de los síntomas mencionados previamente y crees que puedes sufrir de gingivitis o periodontitis, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para cualquier consulta que desees realizar. Estaremos encantados de atenderte en nuestra clínica dental.

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