Como bien sabemos, un expansor de paladar es nada más y nada menos que un tipo de ortodoncia infantil que sirve para ampliar el tamaño del maxilar superior. Este tipo de aparato suele ser consecuencia de diferentes factores, como un paladar estrecho u otro tipo de malformaciones orales.
Aunque lo hemos mencionado varias veces en otras entradas de blog, en el día de hoy daremos más detalles a conocer sobre el expansor o disyuntor de paladar: cómo comer, cuánto tiempo debe usarse…
¿Qué es un expansor de paladar?
El expansor de paladar, también llamado disyuntor palatino es una clase de ortodoncia interceptiva que suele implantarse en niños de hasta 11 o 12 años, concretamente en la fase de crecimiento, ya que durante ese periodo la presión que realiza en los huesos maxilares permite un mejor resultado.
El objetivo de este mecanismo se centra en corregir posibles disfunciones, como por ejemplo un paladar hendido, que impiden una correcta alineación de los dientes superiores e inferiores, mediante el ensanchamiento del paladar infantil.
De esta manera, las dimensiones y piezas de estos expansores suelen ser diseñadas en base a las características que posee el paladar del paciente. En caso de que la fase de crecimiento de los huesos haya terminado, sería necesario hacer una intervención quirúrgica.
Tipos de expansores de paladar
Según el Consejo de Dentistas, existen aparatos tanto fijos como removibles. Lo mismo ocurre con los expansores de paladares, ya que estos pueden ser tanto fijos como removibles. Además, hay diferentes tipos, que son los siguientes:
Expansor de paladar extraíble: se emplean cuando el paciente necesita una expansión del paladar en menor medida. En este caso, al tratarse de un aparato removible no afecta en la manera de comer.
Expansor de paladar rápido: este disyuntor de paladar permite corregir tanto apiñamientos como casos de mordida cruzada y paladar ojival. Va anclado a las muelas, por lo que no requiere ningún tipo de alambre visible para su sujeción.
Expansión soportada por implantes: se basa en aplicar cuatro pequeños implantes que hacen presión directa sobre el hueso maxilar y no sobre los dientes.
¿Cómo comer con expansor de paladar?
Al contrario de lo que ocurre con el expansor palatino extraíble, cuando tenemos un expansor fijo en nuestro paladar hay una serie de alimentos que tenemos que intentar evitar, como es el caso de alimentos duros y pegajosos.
El simple hecho de consumir alguno de estos alimentos puede conllevar a que uno de los aros de sujeción se suelte o incluso se rompa. En tal caso, recomendamos acudir cuanto antes al ortodoncista para que el expansor de paladar vuelva a ser colocado como al inicio.
¿Cuánto tiempo se debe utilizar un expansor de paladar?
En total, se calcula que el expansor de paladar suele ser utilizado en un periodo de 6 meses y un año, dependiendo del nivel de gravedad de cada paciente. Posteriormente, el dentista valorará si el paciente requiere de otro tipo de ortodoncia.
Expansor de paladar para niños
Aunque el expansor de paladar pueda utilizarse hasta la edad de 14 años en chicas e incluso 15 años en chicos, recomendamos usar estos aparatos lo antes posible (a poder ser en niños de 10 y 11 años), ya que cuenta con las siguientes ventajas:
Es más fácil y eficaz expandir los huesos maxilares durante la edad temprana.
La expansión del paladar ayuda a tener más espacio para los dientes definitivos.
Corrige casos de maloclusión dental como puede ser la mordida cruzada, mordida abierta y el apiñamiento.
Al agrandar el eje de la nariz ayuda a que la respiración mejore.
Estamos a tu disposición
No dudes en ponerte en contacto con nosotros o en acudir a nuestra clínica en caso de que tu hijo/hija requiera de un expansor de paladar. Atenderemos encantados cualquier duda que pueda surgirte.
El paladar es nada más y nada menos que la parte superior de la boca, sin embargo, existen diferentes tipos de paladar de los cuales hablaremos en el día de hoy, así como algunos de los problemas que podemos sufrir en esta zona.
¿Qué es el paladar?
El paladar, conocido también como el techo de la boca, cuenta con dos partes que necesitamos diferenciar entre ellas: el paladar duro y el paladar blando.
Por un lado, definimos como paladar duro la zona más cercana a los dientes debido al hueso de la parte frontal. Por otro lado, el paladar blando corresponde al músculo ubicado en la parte posterior de la cavidad oral.
Tipos de paladar
Siendo el paladar una parte importante de la cavidad oral, existen varios tipos de paladares que necesitan ser definidos junto a los posibles problemas que puede sufrir cada uno de ellos.
Paladar estrecho: se trata de un problema que puede desarrollarse tanto en adultos como en niños, también conocido como paladar ojival.
Generalmente se da cuando nuestra lengua no llega a darse con la parte superior de la boca. En consecuencia, esto puede influir en la alineación de nuestros dientes y en nuestra manera de morder.
Otra de las posibles causas es el hecho de respirar a través de la boca en lugar de hacerlo por la nariz, ya que afecta a la circulación del aire que debería pasar por nuestra cavidad nasal.
Paladar blando: tal y como hemos mencionado previamente, el paladar blando corresponde al tejido muscular que se encuentra en la parte posterior del paladar.
Se trata de una zona muy delicada que puede hincharse si consumimos tanto bebidas como alimentos calientes sin precaución. En tal caso, recomendamos ingerir productos fríos para aliviar la zona inflamada.
Paladar duro: sabiendo que corresponde a la parte ósea superior de nuestra boca, al igual que ocurre con el paladar blando esta también puede verse afectada por alimentos o bebidas calientes, dejando una sensibilidad extraña en toda la zona.
Asimismo, hay otra serie de problemas que podemos encontrar en un paladar duro, como puede ser la aparición de llagas. A pesar de haber numerosas causas para la aparición de estas heridas, la más común es la ortodoncia tanto en niños como en adultos.
Paladar blanco: para asegurarnos de tener una correcta higiene bucal, lo más sencillo es fijarnos en el color de algunas áreas de nuestra boca, como es el caso de las encías y el paladar.
En cualquier caso, sabremos que tenemos una boca sana cuando el color sea rosado. No obstante, si sufres de un paladar blanco, debéis cepillar la lengua para llevar a cabo una correcta limpieza bucal; así como cambiar vuestra alimentación por una más limpia.
Paladar irritado: distinguido por ser una afección común en la sociedad. Este tipo de paladar suele tener un color rojo, además de acarrear una sensación desagradable y de quemazón que suele durar varias horas o incluso días. Esto dificulta el consumo de ciertas bebidas y alimentos.
Existen diferentes causas que irritan nuestro paladar, como por ejemplo heridas bucales (llagas), infecciones o incluso si estamos acostumbrados a llevar un mal cepillado en nuestra limpieza bucal.
Paladar inflamado: como se ha mencionado anteriormente, el paladar inflamado se debe a la ingesta tanto de bebidas como de alimentos calientes.
No obstante, existen otras causas por las cuales podemos llegar a tener esta afección, como por ejemplo infecciones causadas por bacterias, entre otros.
Paladar deformado en niños
Además de los tipos de paladares vistos anteriormente, según el Consejo de dentistas, existe otro tipo de paladar denominado «paladar hendido», que es considerado una afección que se da en uno de cada 500-700 recién nacidos junto al labio leporino.
Esta deformación ocurre cuando tanto el labio superior como el paladar no se desarrollan adecuadamente en los primeros meses de embarazo, lo que acaba derivando en problemas de habla, problemas a la hora de comer, infecciones…
De esta manera, este tipo de paladar se corrige mediante una cirugía, siendo la primera antes de los 18 meses y la segunda antes de los 12 meses.
En caso de tener otra serie de complicaciones, suele ser recomendable que estos niños pasen por otra serie de cirugías, lleven ortodoncia o incluso necesiten ir al logopeda para recuperar el habla.
En lo que respecta a llevar ortodoncia tiempo después de haber sido sometido a una cirugía, nos referimos a hacer uso de un expansor del paladar alrededor de los 11 o 12 años para ampliar el paladar infantil y asegurar su correcto desarrollo.
El disyuntor del paladar no es sólo una buena opción para corregir el paladar hendido, sino que lo recomendamos para solucionar el paladar estrecho, es decir, otro tipo de paladar mencionado anteriormente. A su vez rectifica otras maloclusiones dentales, como por ejemplo la mordida cruzada o la sobremordida, entre otros.
Estamos a tu disposición
Y esto es todo lo que os contamos sobre los tipos de paladar y los problemas frecuentes que podemos encontrar en ellos. En caso de que tu hijo o hija requiera de alguna intervención u ortodoncia, o si simplemente necesita un seguimiento no dudes en ponerte en contacto con nosotros o en acudir a nuestra clínica. Atenderemos encantados cualquier duda que pueda surgirte.
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